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cuadernodenoche / lunas

Fragmento: Gilles DELEUZE

 

  

 

[...]  Los espejos de Bacon son todo lo que uno quiera excepto una superficie que refleja. El espejo es un espesor opaco, a veces negro. Bacon no ve del todo el espejo a la manera de Lewis Carroll. El cuerpo pasa al espejo, y se aloja ahí, él y su sombra. De ahí la fascinación: no hay nada detrás del espejo, sino dentro. El cuerpo parece alargarse, aplastarse, estirarse en el espejo, exactamente igual que se contraía para pasar por el agujero.

 

 

De Francis Bacon. Lógica de la sensación

Arena Libros (Madrid 1982)

 

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