LUNA DE AZAHAR: Antonio COLINAS
Quiero seguir gozando lentamente.
Que nunca acabe este gozo-olvido
perfumado de muerte y de jazmines.
Amor, amor, estrella ya el carcaj
contra el suelo enlunado, lanza al fondo
de los astros tus flechas encendidas.
Tus agridulces flechas me han herido
desde que abrí los ojos a este mundo
y es como desangrarse en dulce muerte.
Duerme desnuda junto a mí la noche
y su costado es confín del alma.
Libo luna de azahar en labio-sangre.
¿Existió el dolor en este mundo?
Ayer perdido en unos verdes ojos
y hoy en noche verdosa extraviado.
Salvad mi vida del vivir fugaz.
Prolongad esta muerte que cautiva.
Oro nocturno el tiempo entre otros muros.
¿Quién eres tú, amor, rosa profunda
cortada y mordida en el jardín?
Y sufre el labio al morder la rosa,
y sangra el labio las rosas nocturnas.
¿No estaba ayer en el torreón de piedra
mirando al río helado y los molinos,
caballos como llamas en los prados?
Y hoy ¿qué hoguera negra se levanta
en el jardín del sur, qué hoguera blanca
como la blanca luna se derrama
copo a copo y muslo sobre muslo?
Llore el azahar mi dulce muerte eterna
pues vivo en muerte vida ilimitada.
De Jardín de Orfeo (Visor, Madrid 1988)
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