Silenzio. Sofía Gubaidulina
“La pieza se titula Silenzio (1991) porque la mayor parte se
interpreta en pianissimo. No era mi intención representar
simplemente el silencio o crear la impresión de silencio.
Para mí, el silencio es el terreno en el cual puede crecer algo.
Pero, ¿qué? Se crean relaciones rítmicas muy precisas.
Estas aparecen en cada una de las cinco miniaturas: a veces
ocultándose bajo la apariencia de episodios dentro de la forma,
a veces mostrándose abiertamente, como la relación entre la
duración de las notas. Al final, lo manifiesto y lo latente
convergen en una síntesis: a lo largo de todo el movimiento
podemos escuchar secuencias rítmicas claramente formuladas
en la parte del bayan (similares, por ejemplo a las variaciones
sobre un único ritmo). Y es este mismo ritmo el que se puede
escuchar en la relación entre episodios dentro de la forma
general: 7-2-5”.
Tomado de las notas al programa del concierto de cámara
Carta blanca a Sofía Gubaidulina.
14 de enero de 2009.
Auditorio Nacional de Música de Madrid.
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