A una adivina. Adonis
Para saludar a Clara Janés y su poesía
Su ceño es como una campana que toca,
Está llena de mi mundo invisible,
De mi realidad y de mis dudas,
De cuanto experimento.
Ella mira y los enigmas
Se iluminan como un farol;
Como si estuviera colgada
De las pestañas del tiempo.
Es como la mañana
Con la nube y los vientos,
Con lo difícil y lo permitido,
El nudo de todo instante.
Coge mis dedos y pone un cerco,
Baja los ojos,
Penetra en las cavernas
Y hurga en los símbolos.
Ríe, di una palabra,
Musita un verbo.
He aquí mi mano, toma mi mano,
Toma mi mañana
Explica y aplícate.
Murmúrame cosas y cuida
De no divulgarlo todo.
Fuente: Revista Adamar núm. 3
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